Cronicas literarias |
El pasado 17 de abril se estrenó en EEUU una de las series más esperadas de los últimos tiempos, Game of Thrones, más conocida aquí en España como Juego de Tronos, la última superproducción de la HBO. Creada por David Benioff y Dan Weiss se basa en la novela de George R.R. Martin, la cual cuenta ya con cinco volúmenes de un total de 7 que completarían la serie Canción de Hielo y Fuego.
Con actores de reconocido prestigio en el mundo de la televisión y el cine como Mark Addy, Alfie Allen o Sean Bean (Boromir en El Señor de los Anillos), el estreno llegó a acumular un total de 4,2 millones de espectadores superando a otras series como por ejemplo True Blood, pero sin llegar a los 4,8 millones que consiguió Broadwalk Empire, la serie de Martin Scorsese. Este éxito ha provocado que tras dos capítulos ya esté confirmada una segunda temporada.
Tras estos grandes datos, las comparaciones con El Señor de los Anillos se hacen con facilidad, dos mundos creados con una estética muy compleja y que dan de sí todo lo que se quiera y más. En el continente Poniente se libran muchas batallas para hacerse con el poder, el Trono de Hierro. Están enfrentados entre sí los Siete Reinos, con relaciones muy dispares entre ellos, y aparte de estas batallas no podría faltar en este mundo medieval unos personajes muy peculiares conocidos como White Walkers, o Caminantes Blancos, una especie que se creía desaparecida hace miles de años y que descuartizan humanos.